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Channel: Martha Cecilia Ruiz
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Kasumi y Kazumi

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Referencia inspiraciones japonesa el cuento Kasumi y Kazumi de Martha Cecilia Ruiz

Managua, 5 de junio 2021

Mi estimado Dr. D:

Nunca supe si debía agradecerte o reclamarte por llevarme sin previo aviso a la morgue, plantarme frente a un cuerpo en la mesa metálica, las cubetas llenas, las gavetas, los papeles y el frío. Esperar que encendiera la grabadora y preguntar sin que me temblara el estómago, ante aquella muchacha muerta, desangrada.

Recuerdo la hierba crecida en el estacionamiento del hospital, los pasillos sucios, el agente de servicios funerarios, folleto en mano, frente a la sala de cuidados intensivos al acecho de mujeres y jóvenes que en pocas horas serían viudas y huérfanos. Sentí vergüenza por él, por nosotros, por todos los que rondamos a los muertos.

Te vi preguntar sin remordimientos, hacer la ronda del día, mientras Kasumi me perseguía, me daba los detalles de lo ocurrido y opinaba sobre lo que pasaría más tarde entre nosotros.

Qué habrías pensado si te hubiera dicho que desde ese primer momento Kasumi me dio cada pista que vos creíste eran producto de mi intuición o la revelación de alguna fuente que me negué a compartir. En verdad tenía la mejor fuente, la propia Kasumi. Con su nombre que empezó todo, cuando el responsable de la morgue dijo cuerpo femenino sin identificar de aproximadamente veinte años, escuché: ¡Soy Kasumi Anduray Baldizón!, tengo diecinueve años.

Me contó que su padre la nombró Kasumi por un personaje de un comic, una guerrera que protegía a su familia en tiempos de guerras feudales, que al final de la serie cuando le exigieron dejar las armas y convertirse en una dama del palacio se quitó la vida. ¿No te parece irónico? Nunca quise reconocerlo, por eso nunca le entregué la nota pidiéndole que se alejara, pero sabía que me mataría. Me gustaría saber si mi nombre tuvo algo que ver, ¿qué pasaría de haberme llamado de otra manera? ¿Y si yo lo hubiera matado? ¿Te gustaría llamarte Kasumi?

De habértelo contado, habría puesto en riesgo lo que consideraba lo más importante del mundo, estar a tu lado, aprender del mejor. Al comienzo me sentí acosada por los dos, por vos y por Kasumi, pero aquello me proporcionaba ventajas. Desde fuera parecían mis años de gloria. ¡Ascender al equipo élite antes de terminar la carrera!

Kasumi me hablaba y todo lo que decía tenía sentido. Que busquen en mi bolso, hay un zíper oculto bajo la costura. Allí estaba la nota en la que pedía a su novio dejarla en paz, parar las amenazas y alejarse definitamente de ella. Nunca tuvo el valor de entregársela, sin embargo, aquel pedazo de papel fue crucial para atrapar al asesino.

Dijiste que descubrí el compartimento secreto porque dije que tenía un bolso idéntico. Tomaste todo el crédito, aseguraste que había sido tu instinto del que tanto te jactabas. Para vos fue un caso más, resuelto en apenas unas cuantas semanas. Para mí fueron siete años en los que me debatí entre priorizar nuestra relación, ascender en mi carrera o proteger mi salud mental.

Es irónico, que esta mañana cuando me senté a escribir el discurso que daré en el acto por mi retiro con honores, te recuerdo sin agobio y decidí escribir este coreo que nunca leerás. Escribirle a mi primer amante y competidor, el que me acercó a los labios pálidos que me hablaban a todas horas, el mismo que me expuso al frío y a la desolación de aquel cuerpo desnudo y abierto que a veces venía a dormir conmigo y me hizo ver que aquella primera mañana me llevaste a la morgue porque fantaseabas con tenerme desnuda boca arriba como una ofrenda a la que vos como oficiante de los sacrificios abrirías para desangrarme hasta la muerte.

Kasumi siempre me dijo la verdad, siempre me lo advirtió y aun así caí, me ofrecí ante vos y me sometí a todas tus pruebas y castigos, hasta aquella mañana. Entonces todo cambió, fue por ella que fingí estar enferma y no te acompañé a la que sería tu última misión. Tres días después fui yo la que identificó tu cuerpo desnudo en una morgue improvisada al norte del país, allí estabas con el pecho remendado, parecías más flaco y más interesante de lo que en verdad eras. No sentí tristeza, hasta varios días después cuando advertí que Kasumi también se había marchado para siempre.

Llena de paz, se despide,

Kazumi

Kasumi: Término japonés que significa neblina.

Kazumi: Nombre femenino de origen japonés que significa “esperanza bella”.


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